La pequeña localidad de Benasau esconde una verdadera joya arquitectónica que constituye el centro neurálgico de la localidad. Descubre su historia y colócala en tu lista de patrimonio a visitar.

La Iglesia de San Pedro Apóstol de Benasau es el corazón de la localidad, y el edificio referente gracias al cual es imposible perderse. En este pequeño pueblo de El Comtat, Alicante, además, aún se pueden ver restos del palacio de los Barones de Finestrat a cuyo señoría pertenecía Finestrat.

Antes de ello fue una población árabe y, de hecho, los moriscos fueron expulsados en 1609. Se pueden visitar restos de estos pobladores en un enclave denominado Ares del Bosque, muy cerca de la localidad. Así, la visita a la iglesia se puede completar con más construcciones cargadas de historia.

La Iglesia de San Pedro Apóstol data del siglo XVIII, concretamente del año 1789, y aunque por fuera es un templo sin grandes despliegues ornamentales, que cautiva precisamente por su aspecto robusto y sencillo, contiene en su interior más de una sorpresa.

La policromía es la norma general en el interior de la Iglesia de San Pedro Apóstol, que además cuenta con estucos y frescos decorando los paños de la bóveda y las pechinas. Combina capiteles toscanos con otros compuestos en su planta de cruz latina, y, al igual que otras muchas iglesias de la época, contiene dos tramos de capillas en los laterales de la nave central e insertas entre los contrafuertes.

Si miras hacia arriba, te sorprenderá su bóveda de cañón y el dorado de los capiteles, y entenderás por qué los habitantes de Benasau valoran tanto este templo. Si aún no has descubierto los encantos de la comarca de El Comtat, Benasau debería estar en tu lista de lugares a visitar. ¿Te animas?

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