En el recinto, situado en el monte San Bartolomé, se observan dos tipos de construcción, el tapial del lienzo de la muralla, de origen musulmán, y el sillarejo basal de la torre más típicamente cristiano. Los materiales hallados muestran un poblamiento correspondiente a la Edad del bronce, vasijas ovoides hechas a mano, pesas de telar y molinos de mano, un poblamiento que se ve interrumpido durante época ibérica y nuevamente una reocupación que muestra los materiales medievales.

Apenas permanece en pie una torre de base cuadrada, disimulada con un tejado, a la que se le adosó la ermita de San Bartolomé, en el cerro del mismo nombre. Esta torre data del siglo XIV.