La villa de Penáguila fue construida a finales del siglo XIII y principios del XIV como consecuencia de la carta puebla otorgada por el rey Pedro III de Aragón en 1278.
El casco medieval, trazado y alzado con la funcionalidad de la arquitectura militar del momento, tiene forma rectangular.

Todo su perímetro está amurallado y se pueden ver los restos de las murallas. En la parte del levante, por dar al barranco y ser éste un elemento defensivo natural, la muralla no tiene torres. Estas, en cambio, bordean la villa por la parte sur (perdidas y reconstruida una), oeste y norte (perdidas todas menos una, la torre Vernet, que da nombre a la calle que conduce a ella).

La calle de la Virgen del Patrocinio, se sitúa extramuros del casco medieval, aquí se pueden ver cuatro torres emboscadas entre las casas. Una de estas torres guarda una entrada al casco medieval, el Portalet, muy bien conservado y diseñado en ángulo recto por razones de seguridad y control.

En la parte norte del rectángulo del casco medieval se halla la calle de la Torre Vernet que lleva a dicha torre; es la única exenta, se ha mantenido parcialmente y tiene nombre propio; recientemente se ha consolidado y restaurado. Al lado de esta torre se ve también un soberbio lienzo de muralla.

Al norte de la calle Mayor, bajando la costera del Rei, que pone fin a este eje medieval, se abren otras dos calles (Raval y Ravalet), popularmente llamadas conjuntamente el Raval, que están habitadas desde los siglos medievales.