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El agua siempre ha sido un recurso limitado, no sólo en momentos de escasez sino también por la necesidad de tenerla cerca de casa. Han sido mucho los esfuerzos para construir toda una red de conductos para trasladarla lo más cerca posible a los núcleos urbanos. Desde la época romana los ingenieros se las han arregladas para hacer posible lo imposible, con acueductos, balsas de agua y canalizaciones.

Pero por suerte el pueblo de Senija siempre ha tenido este recurso al alcance. La fuente del pueblo ha sido uno de los bienes más apreciados para la población, en momentos en que no había agua corriente en las casas la gente del pueblo tenía que ir a por agua a la fuente y justamente ahí la tenían muy cerca . Actualmente está ubicada en la Casa de Cultura en el centro del municipio. No es de extrañar, pues la mayoría de alquerías de época musulmana nacían cerca de una de estas surgencias para facilitar su acceso.

Ir a la fuente a por agua ha sido una actividad que hasta hace poco se podía ver a muchos pueblos. Con los cántaros las mujeres de la población paseaban hasta la fuente para rellenar los mismos hasta arriba y tener agua para cocinar, beber, lavar las vajillas o lavarse a uno mismo.


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