La Roca de la Salve

Dentro de la escuela encontramos un monumento de una piedra bien grande y es que, la historia entre el pueblo de Benissa y el de Senija está marcada por este material. A los pies de la piedra encontramos una inscripción "piedra salve" y es que en este pueblo todo tiene una historia. En aquellos tiempos donde las carreteras aún no estaban asfaltadas los Senijeros y los benisseros viajaban dos veces al año a tierras de la ribera para trabajar en la siembra o recogida del arroz y por el camino, Camí Vell de Valencia, se cruzaban con esta piedra que era un hito natural desde el que despedirse de sus pueblos. Las cuadrillas marchaban hermanadas y antes de iniciar el camino rezaban un Salve a la Mare de Déu dels Desemparats ante la piedra, como emotivo despido. A estos trabajadores se les conocía con el nombre de "Riberers".

Al menos así se les llamaba a la Marina porque la mayoría iba a la Ribera del Júcar para la plantación y recolección del arroz. Pero los pueblos de la Ribera les llamaba blavets porque eran de la Marina de donde era también el caudillo musulmán Al-Azraq que en árabe significa "el azul". 

Sanchis Guarner en su libro "Els pobles valencians parlen els uns dels altres" recoge dichos populares de la Ribera que nos hablan de estos riberers algunas muestran las grandes penurias que debían pasar durante las largas semanas de trabajo: 

<<Els blavets de la Marina cuando van a segar el arroz, sólo comen atún, pan, tomates y alficoz>>

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Las fiestas de mayo de Senija antiguamente se denominaban Fiestas de Gracia. Se llamaban fiestas de Gracia porque eran fruto de una promesa que hicieron los Riberers de Senija y el pueblo en acción de Gracias a la Virgen de los Desamparados por su intercesión en la grave epidemia del Cólera del año 1885. En volver todos los "Riberers" del pueblo sanos decidieron celebrar una fiesta cada primer lunes de mayo.