Callejeando por el Casco Antiguo de Calpe
Callejeando por el Casco Antiguo de Calpe
Te proponemos un paseo por el casco antiguo de Calpe para conocer sus rincones con encanto: pequeñas calles, plazas con murales, rincones con olor a mar. Recórrelo, ¡algunos detalles te sorprenderán!
El casco antiguo de Calpe se encuentra a unos dos kilómetros de la costa. Las antiguas poblaciones huían de los ataques piratas de las costas y construyeron edificaciones amuralladas para protegerse. Actualmente se trata de un entresijo de calles empedradas, con escaleras pintadas de colores, murales, flores y plantas que adornan los callejones de aire marinero y lo convierten en uno de los lugares con más encanto de la provincia de Alicante.
Ruta para visitar el casco antiguo de Calpe
Existe una ruta turística marcada que recorre sus calles y pasa por antiguas construcciones como iglesias, murallas y ruinas romanas para que nadie se pierda detalle de sus recovecos.
En la Plaza de la Vila se encuentra uno de los rincones más populares. El Torreó de la Peça es una parte de la antigua muralla que protegía a la población. Su nombre se debe a un fortín que tenía una pieza de artillería y que fue derribado en el siglo XX. Actualmente se halla el Museo del Coleccionismo, donde se exponen diferentes colecciones de ámbito temporal, tanto de carácter público como privado.
Otro de los puntos a visitar es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, ubicada en la misma Plaza de la Vila. Se trata de una iglesia joven, construida en los años 70 y tiene un estilo moderno. Llama la atención sus vidrieras y su fachada, decorada con un gran mosaico antiguo.
A pocos metros se encuentra la Iglesia Antigua. Data del siglo XV y está construida sobre una antigua capilla cristiana. Tiene un estilo ojival y mudéjar, y se caracteriza por ser un edificio fortificado ya que antiguamente sirvió como centro religioso y de defensa.
Uno de los rincones más llamativos es el Forat de la Mar y Arrabal. Cuando los piratas desaparecieron, la población abrió algunas bocacalles que permanecían selladas por las murallas. A través de ellas se puede acceder al Arrabal, donde se encuentran las calles más pintorescas del municipio: San Roque, Pescadores y Puchalt.
El Forat de la Mar era el punto de encuentro de marineros, desde donde se visualizaba el estado del mar y desde donde decidían si podían salir a navegar. Allí mismo se encuentra la Plaça dels mariners, el lugar de acceso al mar.
A lo largo de las calles del casco antiguo podemos encontrar diferentes murales y mosaicos, entre el que destaca el de la fachada de la oficina de turismo. Obra del pintor y muralista alicantino Gastón Castelló, que recogió todos los elementos más característicos de la localidad, como el Peñón de Ifach, el mar, los pescadores y sus habitantes.
No debemos olvidar el Museo de Historia y Arqueología para conocer el pasado de Calpe. Se ubica en la calle Santísimo Cristo, concretamente en el famoso edificio de la Casa de la Senyoreta. El museo tiene una gran representación de elementos del yacimiento de los Baños de la Reina y la pobla Medieval de Ifach, debido a su gran importancia histórica.
En él, también alberga colecciones de utensilios que se remontan a la Edad de bronce, como cuencos, vasijas, dientes de hoz, etc. extraídos del yacimiento de Cosentari. Así como elementos propios de la Época Ibérica, como platos decorados, anzuelos y pesas de telar.
El Portalet era un antiguo un portal de acceso al casco histórico amurallado. Una gran puerta de defensa que se utilizaba para bloquear el acceso al enemigo. En 1923 se derribó por su mal estado, pero en su lugar se alzó el edificio que hoy le da vida al Ayuntamiento. En su interior, se encuentra la Sala de Exposiciones “Ajuntament Vell”.
Si visitas Calpe, no dudes en acercarte a la costa y disfrutar de sus playas de arena fina; descubrir la importante presencia de edificios del arquitecto Ricardo Bofill, como la popular Muralla Roja, o visitar el Paseo Marítimo de Calpe y contemplar su icono más representativo: el Peñón d’Ifach.

