El Museo de Arte Sacro de Orihuela
El Museo de Arte Sacro de Orihuela
Orihuela es una de esas ciudades que cuenta con más tesoros y joyas monumentales que algunas provincias enteras.
En este municipio de la comarca de la Vega Baja alicantina, el viajero aficionado al arte no se aburre de contar la gran cantidad de monumentos que va encontrando, sean iglesias (la mayoría de estilo gótico), casas señoriales y palacios (siglos XVII-XVIII) o edificios ambientados en el Modernismo (principios del siglo XX). De entre todos ellos, hoy nos detenemos en una de las joyas de Orihuela: el Museo Diocesano de Arte Sacro.
Creado en el año 1939 tras la conclusión de la Guerra Civil y la recuperación de las obras confiscadas, el museo se encuentra situado en el interior del Palacio Episcopal de Orihuela, un edificio que está declarado Bien de Interés Cultural. Es quizá la mayor pinacoteca religiosa de la Comunitat Valenciana, ya que alberga obras muy diversas de muchas disciplinas artísticas.
De pintura, el Museo Diocesano de Arte Sacro exhibe cuadros de autores como Velázquez, José de Ribera, Luis de Morales, Juan de Juanes, Sánchez Coello, Paolo de San Leocadio o Mathías Stommer. Obras escultóricas de Francisco Salzillo y José Vergara adornan varias estancias, mientras que un importantísimo conjunto de textiles litúrgicos completan una colección que abarca desde el siglo XV hasta la actualidad.
Obras de Velázquez y Salzillo
De todo el espectacular conjunto del museo llama poderosamente la atención su excelente orfebrería, que reúne piezas de finales del siglo XVI. Vale la pena contemplar un Crucificado románico, una colección de 30 misales y cantorales, y, en especial, La Tentación de Santo Tomás, de Velázquez, transportado al museo desde el colegio de Santo Domingo, donde se había instalado en 1633. También cuenta con un incunable del siglo XV y la Biblia del Papa Calixto (siglo XV).
A finales de 1970, ante el deterioro del Palacio Episcopal, las piezas se trasladaron a la Catedral de Orihuela, a las dependencias de la Sala Capitular y a las salas de la parte superior del claustro, donde se conservaron hasta 2011. De vuelta al Palacio Episcopal, cada año visitan el Museo de Arte Sacro más de 15.000 personas.
El vasto inmueble en el que se ubica el museo alberga la sede de la diócesis del Obispado de Orihuela. Es un edificio religioso de estilo barroco del siglo XVIII. Declarado Monumento Nacional en el año 1975, acogió a personajes de la historia de España en su visita a la ciudad como el rey Carlos IV o la reina Isabel II.
Otros encantos de la ciudad
El Museo de Arte Sacro es uno de los principales reclamos turísticos con los que cuenta Orihuela. Pero no el único. La ciudad que vio nacer al universal poeta Miguel Hernández tiene mucho que ofrecer al visitante. Como la propia Catedral (siglo XVI), que es gótica, de tres naves y crucero, con partes renacentistas y otras barrocas. O pasear por el casco antiguo de Orihuela, que está declarado Conjunto Histórico Artístico.
Llegamos al colegio del Patriarca Loazes, que por su tamaño es una especie de Escorial (8.000 metros cuadrados). Posee en su vasto interior dos claustros, refectorio, tres portadas monumentales y la típica sucesión de estilos que empieza en el gótico y acaba en el neoclásico. Otros monumentos de interés son la plaza Nueva, modernista; la lonja de hierro, también modernista, hoy rehabilitada para auditorio, y el Casino Orcelitano (academicista y eclecticista).
El viajero no puede abandonar Orihuela sin visitar la Casa Museo de su hijo más ilustre. El rehabilitado hogar donde vivió los primeros años de su vida Miguel Hernández junto a su familia se encuentra situado en la falda del monte de san Miguel, junto al Colegio del Patriarca o Colegio Santo Domingo. Se trata de una construcción típica de la ciudad, de planta única. En ella se conservan recuerdos de la familia y fotografías varias. Tiene dos dormitorios, la cocina, el vestíbulo y dos habitaciones más.



