Es uno de los rincones más conocidos de la localidad, consiste en un área recreativa que dispone de bancos, mesas, un tejado hecho con cañizo, y una fuente con agua, se encuentra en el margen derecho de la rambla Argongeña, encerrado entre barrancos, montañas y desfiladeros que remontan a la sierra que recorre el Valle, en un paraje de gran belleza.