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El primer núcleo de población de la Font d’en Carròs se estableció en la parte más alta denominándose el Rafalí.

Este primer núcleo de población estuvo amurallado para la defensa de sus habitantes. Comprendía el actual solar de la iglesia de San Antonino Màrtir y las calles adyacentes de la subida del Crist de l’Empar, Delícies, Goleta, Sant Domènec, Sant Joan del Regalessiar, Rebollet y Calvari.

Posteriormente tuvo una extensión aproximada de 800 m lineales, existiendo hoy en día restos que lo justifican. En su parte este y sur, quedan unos 100 m de lienzo de muro, con un trazado perteneciente al s. XIV y construida al estilo morisco. Además, hay indicios de existencia de dos torres.

El conjunto fortificado del Portal Roig y el Rafalí forma un tipo de fortín, con un recinto poligonal dotado de torres y flancos en forma de sierra, que permitían la defensa de la entrada oriental de la villa, por el Portal Roig, así como el control y la vigilancia de los dos caminos que, desde el oriente, llegan hasta las puertas de este singular lugar: el camí del Calvari, que une los asentamientos del castell y villa de Rebollet con el pueblo, y el camino del cementerio viejo, que envuelve por el sur el promontorio donde se asienta la Font d’en Carròs.