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La Antigua Escuela de Cerámica es un referente histórico y cultural de la ciudad de Manises, por su calidad arquitectónica y porque durante muchos años albergó una de las dos escuelas de cerámica existentes en España.


Pionera en su especialidad, los inicios de la Escuela de Cerámica de Manises se remontan a 1896, año en que se crea, por iniciativa del ingeniero Rafael Valls David, la Escuela de Dibujo, que fue dirigida por Luis Soria, con clases distintas para hombres y mujeres. Asimismo, en la materialización definitiva de este centro de enseñanza, fundamental para la pujante industria local del momento, tuvo un papel destacado Vicente Vilar David, otro ingeniero, quien al frente de un reducido número de empresarios consigue retomar la actividad de la Escuela Elemental de Cerámica en 1914 y que fuera reconocida definitivamente en 1916 como centro de enseñanza oficial de carácter estatal, con el nombre de Escuela Práctica de Cerámica. Desde entonces, este centro ha contribuido decisivamente a la formación relacionada con este sector industrial, proporcionando un buen número de profesionales no sólo a la industria de Manises sino también a la radicada en otra zonas de España.


El edificio está situado en el Paseo Guillermo de Osma, una calle principal del ensanche de Manises, la urbanización del cual está estrechamente relacionada con la creación de la línea férrea Valencia-Liria, ya que en sus alrededores se encontraba la estación de Manises, inaugurada en 1889 y hoy en día la estación de Metro Manises.


Construido entre 1918 y 1925, el estado actual del edificio corresponde a la remodelación llevada a termino en 1950 por el arquitecto Javier Goerlich, cuando era director Alfonso Blat. Junto al claustro- que incorpora acertadamente en su centro un pequeño surtidor contemporáneo revestido de cerámica- hay que destacar la composición de la fachada de estilo neoclásico preeminente en el conjunto.


Merece una mención especial la placa que, en homenaje al historiador Guillem de Osma, se colocó en 1925 en el lateral derecho de la puerta principal. Se trata de una gran placa en relieve, en la cual, además de figurar el homenajeado- en retrato pintado de manera excelente por Arturo Alamar-, también están representados de manera simbólica las aportaciones de Osma al estudio de la mejor cerámica de Manises de todos los tiempos: la cerámica fina gótico-mudéjar decorada en azul y reflejo metálico.


Actualmente, las enseñanzas de cerámica, ya con rango universitario, se imparten en un moderno edificio situado en la avenida Ceramista Alfonso Blat, al oeste de la población.