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Las Torres de Quart, integradas en la primitiva muralla cristiana de la ciudad, mantienen un modelo similar al de la puerta de Castel Nuovo en Nápoles. La estructura consta de tres partes: dos torres cilíndricas y un arco de medio punto que las une y forma la puerta. Originariamente se bautizaron como las Torres de Cal, ya que durante años se exigió que la cal que entrara a la villa lo hiciera a través de las Torres de Quart. Durante sus siglos de vida han tenido diversos usos como cárcel para mujeres o prisión militar. Su mantenimiento exterior aún mantiene las muescas que sufrió la estructura durante el bombardeo que sufrió la ciudad en 1808.