Callosa d'en Sarrià
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Callosa d'en Sarrià es un auténtico baño de piscinas naturales, arquitectura, patrimonio y tradiciones a la sombra de la mágica Sierra de Bernia. Y todo esto a tan solo unos kilómetros de Benidorm. ¿Te lo vas a perder?
Callosa d’en Sarrià combina paisajes naturales y tesoros culturales y gastronómicos a muy pocos minutos de algunas de las playas más bulliciosas de la Comunitat Valenciana. A pesar de ofrecer muchos contrastes, Callosa d’en Sarrià y Benidorm están realmente cerca, y aunque vas a encontrar más calma en esta pequeña localidad, gracias a sus tradiciones y enclaves (y una Denominación de Origen propia) vas a poder disfrutar de experiencias que te van a sorprender.
Callosa d’en Sarrià: qué ver
Callosa d’en Sarrià es turismo de montaña a escasos kilómetros de la playa, que se puede ver desde las crestas más altas de la Sierra de Bernia, que atesora preciosos senderos y vistas. Pero no solo la montaña y sus rutas lo convierten en un punto de partida muy deseable para los amantes de la naturaleza, el río Algar también es artífice de uno de los enclaves más hermosos del municipio, les Fonts d'Algar. Callosa d’en Sarrià, a su manera, también tiene playas.
Esta serie de piscinas naturales se suma al encanto del rugir del agua en las cascadas, como la de El Toll de la Caldera, que cae sobre unas aguas increíblemente azules. Y se trata de una ruta que puedes recorrer incluso con los más pequeños de la familia, ya que algunas de las pozas son de poca profundidad y se llega hasta allí a través de un breve recorrido repleto de entretenimiento y paisajes esculpidos en roca caliza.
Si nos ponemos a investigar su historia, descubrimos que todo empezó en una alquería árabe que a partir del S. XIII pasó a ser un municipio clave en su entorno y cuya importancia se puede palpar en su patrimonio cultural y arquitectónico. Fue Bernat de Sarrià, a quien debe su nombre, el que mandó construir su castillo, cuyos restos de muralla aún pueden verse integrados en el casco urbano como parte de construcciones más nuevas. No te pierdas la foto obligada en la puerta de El Portal, la única que se conserva de este perímetro amurallado.
Otra parada obligatoria donde disfrutar de construcciones con larga vida es el lavadero abrevadero de El Poador de la Font Major, construido en el s. XVIII y donde alrededor de sus 12 caños debieron de sucederse historias y generaciones, sin haber perdido a día de hoy su encanto como punto de encuentro característico del municipio.
Y para saber algo más sobre cómo se vivía hace unos siglos en Callosa d’en Sarrià, os recomendamos visitar su Museu Etnològic i Arqueològic, una buena manera de conocer el origen y las costumbres de este pequeño tesoro escondido en la sierra.
Las fiestas de Callosa d’en Sarrià son tan relevantes como su patrimonio arquitectónico, y no puedes dejar escapar la oportunidad de participar en la fiesta de los solteros local, les Dances de Sant Jaume (que se celebran en julio) y donde podrás probar pasteles de nísperos con su Denominación de Origen propia.
Los Moros y Cristianos en octubre son imprescindibles, y si quieres vivir de cerca una tradición realmente entrañable, te aconsejamos acercarte a la celebración del Jesuset de les Monges, una festividad orientada a los más pequeños que marca el arranque de la Navidad en Callosa d’en Sarrià (el 24 de diciembre).