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Descubre uno de los emblemas de Ibi: el símbolo blanco de la localidad.

En lo alto de un cerro de Ibi en el que se encontraba hace siglos el Castell Vermell se alza ahora la Ermita de Santa Lucía. Se construyó sobre sus ruinas y hay pruebas que nos demuestran que en el siglo XVI la ermita ya existía. A principios del siglo XVII, concretamente el año 1620, la ermita se derruyó debido a un terremoto que azotó toda la zona. Siglos después, en 1970, el templo fue reconstruido y puesto en valor. De hecho, cuenta con la consideración de Bien de Interés Cultural.

Los muros de esta ermita en Ibi se levantaron mediante la técnica de mampostería ordinaria de 55 cm, con las esquinas reforzadas con sillares. El techo del tempo es de bóveda de arista y el tejado es de teja árabe. La ermita está pintada por fuera por un característico color blanco que se identifica desde muchos puntos de Ibi: se la considera por ello el símbolo blanco de la localidad, y si subes a la ermita disfrutará de unas increíbles vistas a su entorno. Si te gusta el turismo rural y natural, ¡Ibi es una gran opción!

El municipio cuenta con otras ermitas que también vale la pena visitar, como por ejemplo la Ermita de San Vicente (dentro de la ciudad), la Ermita de San Miguel y la Ermita de San Pascual (en los alrededores). Conoce los edificios más singulares de Ibi, aprecia su historia y participa en las fiestas que celebran; la Ermita de Santa Lucía es una parte imprescindible de la festividad de Santa Lucía, en diciembre.