Visita Tuéjar y descubre las increíbles pinturas rupestres en los Corrales de la Silla, declarados Bien de Interés Cultural por la UNESCO.

Descubrir Tuéjar es viajar en el tiempo miles de años. Un destino ideal para visitar las pinturas rupestres que se encuentran en los Corrales de Silla, en tres oquedades de escasa profundidad abiertas en la roca caliza. Se trata de tres abrigos. El primero data del 10.000 a.C., en el cual se reconoce una gran figura humana y, a su derecha, una cierva de buenas proporciones que se conserva íntegramente. En las pinturas rupestres de este abrigo también se puede apreciar otro ciervo, pero de difícil visión, junto con la representación de otro animal en su parte derecha.

El segundo abrigo, que data del 5.000 a.C., cuenta con proporciones más grandes y, a lo largo de la historia, se ha utilizado como lugar para guardar el ganado. En cuanto a las pinturas que hay en él, se puede observar una pequeña cabra completa, la testuz y cornamenta de otra y manchas de otras muchas figuras.

Por último, el tercer abrigo es del año 6.000 a.C. y es el que más pinturas rupestres conserva. Todas las representaciones tienen arqueros guerreros en actitudes variadas, con su arco y sus flechas. Se pueden distinguir con mucha claridad cinco de las pinturas.

Las pinturas se elaboraban con pigmentos minerales de diferentes tonos en rojos, negros y blancos. Las plumas de ave o tallos vegetales eran los pinceles de la época, porque permitían realizar con precisión los trazos más finos. Los objetivos de estas pinturas eran la representación artística y ser un medio de comunicación y de expresión de su imaginario colectivo.

Las Pinturas Rupestres de los Corrales de Silla están reconocidas como Bien de Interés Cultural por la UNESCO.