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El patrimonio de Alcalalí guarda joyas como la Ermita de la Virgen del Calvario.

La Ermita de la Virgen del Calvario se encuentra en la Partida de la Solana de Alcalalí, Alicante. Para llegar a ella tienes que recorrer primero un Vía Crucis, con las 14 capillas que representan los 14 episodios de la Pasión de Cristo. Todas las capillas fueron elaboradas por el párroco Juan Bautista Serer, vecino de Alcalalí, que usó grandes bloques de piedra caliza para dar forma a cada episodio.

En la Ermita de Alcalalí encontrarás el templo y la sacristía, encabezada por una estatua del Santísimo Cristo de la Sed. También puedes apreciar una escultura de la Virgen del Calvario creada por el escultor valenciano Vicente Rodilla Zanón.

La construcción de esta ermita finalizó en 1954. Antes, el Vía Crucis de Alcalalí estaba situado en la Calle del Calvario, y se decidió construir uno nuevo en la Partida de la Solana. Para rematar el Vía Crucis se apostó por levantar una capilla a la Santísima Virgen; fue el trabajo voluntario de los vecinos de Alcalalí el que consiguió edificar la Ermita que hoy conocemos. Muchos lugareños contribuyeron con trabajos de carpintería, dinamitando rocas y haciendo labores de pintura y albañilería.

Acércate al Paseo de la Ermita, disfruta de las vistas desde el sendero y llega hasta la Ermita que preside el conjunto. Si te preguntas qué hacer en Alcalalí, esta visita te aportará paz y calma.