Construida en 1665, y por consiguiente más de cien años antes que la Iglesia Parroquial de San Jaime Apóstol, se encuentra localizada junto al actual Cementerio Municipal, en una pequeña elevación que domina, desde su lado occidental, el casco antiguo de Orxeta, constituyendo el hito final del tradicional recorrido del Calvario. Es en este recinto donde se custodia una imagen de Santo Tomás, trasladada anualmente en solemne procesión hasta la Iglesia Parroquial durante las fiestas patronales, la penúltima semana de septiembre.