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Agradecimiento por una batalla vencida

El Cid al conquistar Almenara dedicó una ermita y un altar a la Virgen del Buen Suceso, ya que era un gran devoto. Un hecho que queda recogido en el himno a la Virgen: "Vuestra protección publica el Cid, que al entrar triunfante en Almenara, al instante una iglesia os edifica: habiendo dado el travieso con la perfidia legión. Toda Almenara por eso os entrega el corazón".

Al volver a caer en manos musulmanas la población de Almenara, algún vecino decidió guardar la imagen de la Virgen para protegerla de los no creyentes. Pasados los años, ya reconquistada la zona por Jaume I, unos vecinos de la calle de les Roques, al hacer obras en su casa que había sido deteriorada por fuertes lluvias, encontraron entre las viejas paredes una tinaja que contenía la imagen de la Virgen, lo cual hizo que surgiera el deseo de erigir una ermita para la misma. Un vecino de la misma calle donó su casa para construir allí la misma.


EL NOMBRE DE LA ADVOCACIÓN TIENE LEYENDA:

Como la Virgen hallada no tenía nombre se decidió que por votación popular se decantasen por este. Debieron ponerse diferentes nombres dentro de una bolsa para sacar uno de forma aleatoria, al hacerlo por primera vez, el papel ponía: Virgen del Buen Suceso; nombre que no había sido puesto por ningún miembro de la junta. Se procedió a una segunda elección por el mismo procedimiento y volvió a suceder lo mismo, lo cual llevó a una tercera vez. Al repetirse de nuevo el resultado, se llegó a la conclusión de que se trataba de una elección milagrosa y pusieron por nombre Virgen del Buen Suceso.


DERRIBO Y POSTERIOR RECONSTRUCCIÓN:

Durante la guerra del 36 la ermita, la imagen de la Virgen y el ajuar fueron destruidos. Al acabar la guerra, se reconstruyó la iglesia parroquial de los Santos Juanes, que también había sido afectada en la contienda, lo cual hizo que no hubiera recursos para erigir una nueva ermita. Se pidió ayuda a la Congregación de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles, ya que su fundadora Genoveva Torres Morales había nacido en Almenara. La Congregación pasó así a ser la sufragadora de los gastos de la nueva ermita que se inauguró el 17 de octubre de 1948, asistiendo a la misma Genoveva Torres. En su interior se conservan unos gozos a la Virgen datados de 1896.